Desenmascarar la desinformación: Cómo los influencers tergiversan la verdad en las redes sociales
Rojo coral: Mayoritariamente Falso
Naranja: Engañoso
Amarillo: Mayoritariamente Verdadero
Verde: Verdadero
En el panorama digital actual, la desinformación prolifera con rapidez, entrelazando verdades parciales con narraciones emocionales para parecer creíble. Una tendencia preocupante es la de las personas influyentes en el ámbito de la salud que emplean la desinformación como táctica para eludir la responsabilidad, socavando la responsabilidad en los medios sociales y fomentando el engaño en línea.
Para combatirlo, la experta en nutrición Danielle Shine subraya la importancia de seguir a profesionales cualificados, verificar las afirmaciones mediante pruebas y evitar las narrativas demasiado simplificadas. Los consumidores pueden resistirse a estas tácticas fomentando el pensamiento crítico y buscando información basada en pruebas. Abordar la desinformación es algo más que comprobar los hechos: se trata de salvaguardar la confianza, la responsabilidad y la toma de decisiones informadas en el ámbito de la nutrición.
Porque la desinformación no es inocua: determina lo que comes, en quién confías y cómo tomas decisiones. Aprende a detectar las tácticas de distracción, a protegerte de los consejos perjudiciales y a recuperar el control de tus elecciones nutricionales.
Pide siempre pruebas: si alguien no puede respaldar sus afirmaciones sobre la salud con fuentes creíbles, es hora de seguir adelante.
En el mundo digital actual, la desinformación es una palabra que tiene peso. Sin embargo, como Danielle Shinedietista titulada e investigadora en nutrición, algunas personas están tergiversando su significado para desviar las críticas. Esta táctica socava la responsabilidad y crea confusión, dejando a los consumidores sin saber en quién confiar.
¿Qué es la desinformación y por qué debería importarte?
La desinformación -ladifusión involuntaria de información falsa o engañosa- a menudo procede de personas bienintencionadas, pero contribuye al engaño en línea y a los problemas de responsabilidad en los medios sociales.
Sin embargo, las investigaciones demuestran que se difunde más rápidamente que el contenido objetivo porque mezcla elementos de verdad con narraciones cargadas de emoción. Las afirmaciones sobre el sistema alimentario, por ejemplo, pueden aprovechar el descontento generalizado, haciendo que se sientan identificables aunque sean inexactas.
En Foodfacts.org, insistimos en que la desinformación no es inocua. Su rápida difusión puede dañar la confianza, distorsionar las elecciones de los consumidores e incluso perjudicar las relaciones sanitarias a largo plazo. Combatir la desinformación y promover la información basada en pruebas es fundamental para ayudar a los consumidores a elegir alimentos con conocimiento de causa.
Pero, ¿qué ocurre cuando incluso el término desinformación se convierte en una herramienta de manipulación?
Redefinir la desinformación: Una táctica de desviación
Danielle Shine ha observado una tendencia preocupante: ciertas personas influyentes en el sector de la salud utilizan ahora como arma el término "desinformación". Cuando se cuestionan sus afirmaciones, derivan la conversación hacia acusaciones de censura o parcialidad, en lugar de abordar la validez de sus afirmaciones.
Esta táctica distrae de la cuestión real -si sus afirmaciones son exactas- y, en su lugar, desencadena debates sobre la libertad de expresión. El público se confunde, centrándose en las narrativas de las víctimas en lugar de en las pruebas objetivas.
El término "desinformación" no consiste en silenciar las opiniones divergentes, sino en identificar la información que es objetivamente incorrecta o perjudicial. Las narrativas engañosas en torno a la nutrición pueden poner en peligro la salud humana y planetaria. No se trata sólo de una diferencia de opinión, y sugerir lo contrario elimina la responsabilidad y hace que la búsqueda del conocimiento no sea más importante que la narración de historias.
Estrategias clásicas de desvío
Shine destaca un ejemplo común: las afirmaciones exageradas sobre la salud, como que un té desintoxicante "cura enfermedades" o una dieta promete una rápida pérdida de peso. Cuando se les cuestiona por falta de pruebas, los influencers suelen presentarse como víctimas, culpando a la "Gran Farmacia" o a las conspiraciones del gobierno. Al presentar la palabra "desinformación" como una herramienta de opresión, estas personas influyentes debilitan la confianza pública en la ciencia, amplificando en cambio la pseudociencia.
Tales tácticas se alinean con las narrativas conspirativas, reforzando las cámaras de eco donde prospera la desinformación.
El papel de las redes sociales en la amplificación
Las plataformas de redes sociales como Instagram, TikTok y Facebook aceleran la desinformación. Los autoproclamados "expertos en salud" -a menudo sin cualificación- presentan contenidos como "educativos" mientras difunden afirmaciones no verificadas. Cuando se les desacredita, se desvían alegando supresión de "agendas dominantes".
Las narrativas excesivamente simplificadas de las redes sociales crean una dinámica de "nosotros contra ellos". Las personas influyentes afirman que representan al pueblo, mientras que a los profesionales sanitarios se les pinta como personas con ánimo de lucro. Esto resuena entre quienes se sienten desilusionados por la autoridad, haciendo que las afirmaciones falsas parezcan más dignas de confianza.
Las cámaras de eco exacerban este efecto, exponiendo a los usuarios a contenidos similares repetidamente, lo que crea la ilusión de un amplio apoyo a las ideas marginales.
Cómo reconocer y combatir las tácticas de desvío
Comprender la desviación es esencial para navegar por los consejos de salud en Internet. Danielle Shine recomienda estas estrategias:
- Comprueba las cualificaciones: Sigue a profesionales cualificados, como dietistas y nutricionistas titulados. La ciencia de la nutrición es compleja, y la experiencia es importante.
- Verifica las afirmaciones: Pide pruebas. ¿Citan estudios revisados por expertos, o enlazan a blogs y contenidos patrocinados? Si no existen pruebas, la afirmación puede desestimarse, según la Ley de Hitchen: "Lo que puede afirmarse sin pruebas puede desestimarse sin pruebas".
- Evita las narrativas excesivamente simplificadas: Desconfía de las afirmaciones cargadas de emotividad que se basan en un lenguaje de "nosotros contra ellos".
- Consulta a los expertos: Para un asesoramiento personalizado, consulta a un dietista titulado, tu fuente más fiable de nutrición basada en pruebas.
Implicaciones más amplias
El mal uso de la "desinformación" erosiona la confianza en las fuentes fiables, haciendo a la sociedad más vulnerable al marketing explotador y a la pseudociencia perjudicial. Shine subraya la importancia de proteger estos términos para que sigan siendo herramientas de responsabilidad.
Una llamada a la acción para consumidores informados
La lucha contra la desinformación no consiste sólo en comprobar los hechos, sino en salvaguardar la confianza. Como consumidores, podéis resistiros a las tácticas de desviación fomentando el pensamiento crítico y dando prioridad a la información basada en pruebas. Apoyando a los expertos creíbles y planteando preguntas difíciles, contribuyes a mantener la integridad y la responsabilidad en el discurso sobre nutrición.
Juntos podemos crear un sistema alimentario basado en la confianza, el conocimiento y las elecciones informadas.
Para protegerte contra la desinformación nutricional, comprueba siempre que las personas a las que sigues para obtener información nutricional están debidamente cualificadas. La ciencia de la nutrición es compleja y evoluciona constantemente. Sin una base sólida de conocimientos y experiencia en nutrición basados en pruebas, es imposible comprender plenamente o comunicar con precisión las complejidades de la alimentación y la salud.
Cuando alguien haga una afirmación sobre alimentación, nutrición o salud, asegúrate de buscar las pruebas que aporta para respaldarla. ¿Comparten sitios web con anuncios, blogs o libros de nutrición superventas? Éstas no se consideran fuentes creíbles de información nutricional basada en pruebas. Si no se aportan pruebas, entonces, según la Ley de Hitchen: "Lo que puede afirmarse sin pruebas también puede desestimarse sin pruebas".
En última instancia, la forma más segura y eficaz de aprender sobre nutrición en Internet es seguir a profesionales de la nutrición cualificados, como dietistas y nutricionistas titulados. También puedes verificar las afirmaciones sobre nutrición en las redes sociales y determinar si son relevantes para ti y tus necesidades dietéticas consultando personalmente a un dietista titulado, el experto en alimentación y nutrición más cualificado que tienes a tu disposición.
Fuentes
Shine, Danielle (2024). Mensajes de Instagram sobre desinformación nutricional y fraude sanitario.
Vosoughi, Soroush y otros (2018). "La difusión de noticias verdaderas y falsas". DOI:10.1126/science.aap9559
Fundación Cambiando los Mercados (2024). "Informe Verdad, Mentira y Guerras Culturales ". https://changingmarkets.org
Organización Mundial de la Salud (OMS). https://www.who.int
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). https://www.cdc.gov
PubMed. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov
Foodfacts.org es una plataforma independiente de comprobación de hechos sin ánimo de lucro dedicada a sacar a la luz la desinformación en la industria alimentaria. Proporcionamos información transparente y con base científica sobre nutrición, salud e impacto medioambiental, ayudando a los consumidores a tomar decisiones informadas para una sociedad y un planeta más sanos.
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