Los aceites de semillas están en los preparados para bebés por una razón: por qué es importante
Rojo coral: Mayoritariamente Falso
Naranja: Engañoso
Amarillo: Mayoritariamente Verdadero
Verde: Verdadero
El Dr. Paul Saladino afirma que los aceites de semillas de los preparados para lactantes son "un choque de trenes" para la salud cerebral del bebé. Sugiere que hay pruebas claras de que estos aceites son perjudiciales para el cerebro en desarrollo de los bebés e insta a que se introduzcan cambios en la composición de las fórmulas. Te traemos una comprobación de la realidad revisando las pruebas sobre la leche de fórmula y el desarrollo del bebé.
Afirmación completa: [Los aceites de semillas] son un choque de trenes para el cerebro de tu bebé. Sabemos que el 55-66% de los lactantes se alimentan con leche artificial. Obviamente, la leche materna es lo mejor, pero si alimentas a tu bebé con leche de fórmula, debes saber que ésta contiene entre 25 y 275 veces más lípidos oxidados [...] Éste es el problema de estas leches de fórmula para lactantes: están llenas de aceites de semillas. No es bueno para los cerebros en desarrollo de los bebés tener aceites de semillas y lípidos oxidados a ese nivel en las fórmulas infantiles.
Los aceites de semillas son una fuente regulada de ácidos grasos esenciales necesarios para el crecimiento y el desarrollo del bebé.
La desinformación sobre la nutrición infantil puede causar una ansiedad innecesaria a los padres y hacer que eviten opciones de alimentación seguras. Es fundamental una comprensión equilibrada, ya que la leche artificial proporciona nutrientes vitales a los lactantes que no pueden ser amamantados.

Cuando evalúes las afirmaciones sobre nutrición infantil, da prioridad a los estudios revisados por expertos y a las orientaciones de las organizaciones pediátricas sobre las personas influyentes en las redes sociales.
Afirmación 1: [Los aceites de semillas] son un choque de trenes para el cerebro de tu bebé.
Comprobación de hechos: La afirmación carece de pruebas científicas. De hecho, el uso de aceites de semillas en los preparados para lactantes tiene el efecto contrario.
Los aceites de semillas, como el de girasol y soja, se añaden a la leche de fórmula para aportar ácidos grasos esenciales omega-3 y omega-6, fundamentales para el desarrollo cerebral. Mezclar grasas vegetales permite imitar lo más posible la composición de la leche materna(fuente, fuente).
Consenso científico: Las grasas son vitales para los lactantes, ya que les proporcionan hasta la mitad de la energía que necesitan durante su desarrollo temprano(fuente).
Una revisión concluyó que la mezcla de grasas vegetales y bovinas podría crear fórmulas óptimas para la salud infantil(fuente). Los investigadores también señalan que, a pesar de sus beneficios, las grasas derivadas de los lácteos no bastan para cubrir todas las necesidades de lípidos (grasas) de los lactantes. Por ejemplo, contiene altos niveles de grasas saturadas y bajos niveles de ácidos grasos de cadena larga (como los ácidos grasos omega-3 y omega-6) en comparación con la leche materna. Los aceites de semillas y los aceites derivados de fuentes vegetales suelen ser más ricos en este tipo de lípidos y son un buen complemento de las grasas lácteas para conseguir una mezcla lo más parecida posible a la leche materna. Esto contradice la sugerencia de Saladino de eliminar todos los aceites de semillas de las fórmulas.
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La lactancia materna exclusiva durante los 6 primeros meses de vida es la mejor opción para el desarrollo, el crecimiento y la inmunidad del lactante. Sin embargo, para los padres que no pueden dar el pecho, hay muchas opciones viables de sucedáneos de la leche materna en el mercado, conocidos comúnmente como preparados para lactantes. Esta fórmula es precisamente eso: una mezcla de ingredientes diseñada para imitar lo más posible el perfil nutricional de la leche materna, incluido su contenido en grasa. Esto significa combinar múltiples fuentes de lípidos (grasas), incluidos los aceites de semillas, más ricos en ácidos grasos poliinsaturados y de cadena larga que los lácteos, para conseguir la proporción óptima de lípidos.
Afirmación 2: Los preparados para lactantes contienen muchos más lípidos oxidados que la leche materna
Comprobación de hechos: Saladino afirma que esto se ha "demostrado claramente" y cita un estudio que descubrió niveles más altos de lípidos oxidados (como 4-HHE y 4-HNE) en la leche de fórmula en comparación con la leche materna(fuente). Esta afirmación carece del contexto crucial necesario para abordar la implicación de que también se ha "demostrado claramente" que el nivel de lípidos oxidados en la leche de fórmula es perjudicial para el desarrollo cerebral del bebé.
En primer lugar, la oxidación es un proceso natural de todas las grasas. Las grasas se oxidan cuando se exponen al calor, la luz o el oxígeno durante periodos prolongados, lo que puede ocurrir durante el procesado o el almacenamiento. Aunque algunas grasas oxidadas pueden formar compuestos que pueden causar daño en cantidades elevadas, los preparados para lactantes están cuidadosamente regulados e incluyen antioxidantes como la vitamina E para mitigarlo(fuente). Es importante recordar que la leche de fórmula para lactantes es uno de los productos alimentarios más regulados a nivel mundial. Unas directrices estrictas garantizan que los niveles de contaminantes y productos de oxidación se mantengan dentro de unos límites seguros. Las fórmulas también se reformulan continuamente para mejorar la estabilidad de los lípidos(fuente).
En segundo lugar, el estudio citado no establecía una relación causal entre los lípidos oxidados y el daño a la salud cerebral infantil.
Consenso científico: Por otra parte, las pruebas apoyan que las fórmulas infantiles pueden ayudar eficazmente al desarrollo y la salud del bebé, ofreciendo una alternativa valiosa a las madres que no pueden amamantarlo.
La investigación también sugiere que las fórmulas enriquecidas con nutrientes que imitan fielmente a la leche materna "en la composición lipídica, así como en las propiedades estructurales de las gotas lipídicas durante la infancia, pueden afectar positivamente a los resultados cognitivos durante la niñez" en comparación con la fórmula estándar(fuente).

¿Sabías que la leche de vaca no se recomienda como bebida para lactantes menores de 12 meses? Debido a su composición en grasas, proteínas y minerales, la leche de vaca no es un sustituto adecuado de la leche materna o de los preparados para lactantes a esta edad. Los riñones de los lactantes aún se están desarrollando en el primer año de vida y el alto contenido en minerales y proteínas de la leche de vaca es difícil de procesar para ellos y podría provocar complicaciones de salud(fuente, fuente). La leche entera puede introducirse con seguridad después de 1 año.
Reflexiones finales
Es probable que este tipo de mensajes provoque miedo entre una población vulnerable: los padres de niños pequeños. Aunque la leche materna sigue siendo el método más beneficioso para alimentar a los bebés, hay muchas razones por las que la lactancia materna puede no ser posible, y los mensajes que estigmatizan la alimentación con biberón pueden afectar negativamente a la salud mental de los padres y desalentar el uso de opciones de alimentación seguras.
Los aceites de semillas son seguros para el consumo y aportan nutrientes esenciales cruciales para el crecimiento infantil, lo que los convierte en parte integrante de las fórmulas reguladas. Los padres deben consultar a los profesionales sanitarios para obtener orientación precisa sobre la nutrición infantil, en lugar de fiarse de las afirmaciones de las redes sociales.
Consulta esta guía para ayudarte a navegar por la información nutricional en Internet, y para comprender mejor a qué debes prestar atención cuando un autor afirma que su argumento está respaldado por un estudio.
Nos hemos puesto en contacto con el Dr. Paul Saladino y estamos esperando una respuesta.
Descargo de responsabilidad
Esta comprobación de hechos pretende proporcionar información basada en las pruebas científicas disponibles. No debe considerarse un consejo médico. Para una orientación sanitaria personalizada, consulta con un profesional sanitario cualificado.
Fuentes + Lecturas complementarias
Berger, A. y otros(2000). "Implicaciones nutricionales de la sustitución de la grasa láctea bovina por aceite vegetal en las fórmulas infantiles".
Prosser, C.G. et al.(2010). "Composición y distribución de ácidos grasos en triglicéridos de fórmulas infantiles de cabra con grasa láctea".
Schipper, L. et al. (2023). "Los preparados para lactantes que contienen grandes gotas de lípidos recubiertas de fosfolípidos lácteos afectan al rendimiento cognitivo en la edad escolar".
Hageman, J.H.J. et al. (2019). "Comparación de la grasa láctea bovina y la grasa vegetal para preparados para lactantes: Implicaciones para la salud infantil".
Michalski, M.C. et al. (2008). "Productos de oxidación de los ácidos grasos poliinsaturados en las fórmulas infantiles en comparación con la leche humana: un estudio preliminar".
Korchazhkina, O. et al. (2006). "Efectos de la alimentación exclusiva con fórmula o leche materna sobre el estrés oxidativo en lactantes prematuros sanos".
Delplanque, B. et al. (2015). "Calidad de los lípidos en la nutrición infantil: Conocimientos actuales y oportunidades futuras".
CDC (2025). "Leche de vaca y alternativas a la leche".
NHS (2022). "Bebidas y vasos para bebés y niños pequeños".
Sadler, I. (2024). "'El estudio lo demuestra', ¿o no? Cómo detectar investigaciones mal utilizadas en las redes sociales".
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