‍1. Utilizar estudios no siempre es suficiente

Nuestras guías para detectar la desinformación dicen: "Comprueba si citan un estudio científico acreditado". Aunque este es un buen comienzo, lo cierto es que cualquiera puede citar un estudio, apoye o no su punto de vista. La verdadera cuestión es cómo utilizan esa investigación.

Algunas personas influyentes seleccionan estudios o tergiversan los resultados para adaptarlos a su narrativa. Puede que ni siquiera miren más allá del título. Y si hacen una gran afirmación pero sólo mencionan un estudio, es señal de que pueden estar seleccionando los datos. Así que no te dejes influir solo porque veas una referencia a un artículo científico; examínalo más detenidamente. A veces, la investigación sobre un tema concreto puede tener resultados contradictorios. Si una persona influyente sólo presenta una parte de las pruebas, es posible que esté seleccionando los datos para apoyar su argumento e ignorando los estudios que no están de acuerdo con su punto de vista.

Por ejemplo, hace poco comprobamos los hechos de un post de Candi Frazier, en el que afirmaba que los cereales son "alimentos para la depresión", que causan inflamación y, en última instancia, depresión. A primera vista, su vídeo parece convincente, sobre todo cuando presenta un estudio que supuestamente apoya lo que dice. Sin embargo, cuando lo miramos más de cerca, el estudio en realidad examinaba una posible relación entre el gluten y trastornos del estado de ánimo en personas con un trastorno relacionado con el gluten. No examinó el efecto de los granos sobre la inflamación y la depresión en la población general.

Paso fácil: Una rápida búsqueda en Google puede ayudarte a encontrar otros estudios que muestren resultados diferentes. Si el influencer ignora o resta importancia a los resultados contradictorios, es una señal de alarma.

2. Estudios con animales: los ratones no son humanos

Una bandera roja habitual es cuando los influenciadores utilizan estudios con animales para apoyar sus afirmaciones nutricionales sobre la salud humana. Aunque estos estudios se utilizan a menudo como paso inicial en la investigación biomédica, para comprender mejor la salud y las enfermedades humanas, no proporcionan pruebas concluyentes para los seres humanos. Las afirmaciones basadas únicamente en estudios con animales carecen de la solidez necesaria para ser fiables y trasladarse a los seres humanos.

Por ejemplo, Paul Saladino ha utilizado estudios basados en animales para apoyar sus afirmaciones, probablemente porque no existen ensayos sólidos que respalden lo que dice. En un vídeo en el que afirma que las verduras crucíferas como el brócoli pueden ser perjudiciales para la salud (desde problemas estomacales hasta de tiroides, piel o enfermedades autoinmunes), utiliza un estudio con cerdos para apoyarlo. En su aparición en el podcast de Joe Rogan, afirma que "el LDL nos ayuda a protegernos contra las infecciones porque forma parte del sistema inmunitario" y utiliza pruebas de un estudio con ratones, que Bio Layne refuta en su blog, explicando que "intentar equiparar un modelo knockout de roedores con el metabolismo humano real es ridículo".

Cómo detectarlo: Los estudios con animales suelen ser fáciles de identificar por el título o el resumen del artículo. Si alguien hace una afirmación basada en un estudio realizado en ratones u otros animales, sé cauto: esto no significa que los mismos resultados se apliquen a los seres humanos.

3. Diseños de estudio débiles: no prueban causa y efecto

Algunos influencers utilizan estudios diseñados para observar patrones, pero que no pueden demostrar una relación directa de causa y efecto. Estos diseños de estudio más débiles pueden mostrar correlaciones (cosas que ocurren juntas), pero no demuestran si una cosa causa otra.

Un error frecuente es cuando las personas influyentes dan a entender que un estudio que muestra correlación significa causalidad. Por ejemplo, si un estudio sobre el consumo de frutos secos y la tensión arterial muestra que las personas que comen más frutos secos también tienen una tensión arterial más baja, eso no significa necesariamente que comer frutos secos provoque una tensión arterial más baja; podrían estar implicados otros factores, como el ejercicio o la genética.

He aquí algunos tipos de diseños de estudios más débiles:

  • Estudios observacionales: Observan cómo se asocian unas variables con otras (por ejemplo, cómo comer verduras está relacionado con una menor incidencia de enfermedades cardiacas), pero no pueden demostrar que una causa la otra. Son útiles para los investigadores, pero no nos dan resultados definitivos.
  • Informes de casos: Describen casos individuales o de un pequeño grupo de personas, pero no ofrecen conclusiones amplias y fiables para poblaciones más amplias.

Las afirmaciones basadas en este tipo de estudios deben tomarse con precaución, sobre todo si implican resultados definitivos (como "X alimento te hará perder peso"). Si alguien dice: "Este alimento causa X", pregúntate: ¿Se trata sólo de una asociación? La correlación no significa que una cosa haya causado la otra. Los influencers suelen confundir estos términos para hacer afirmaciones más contundentes.

4. Diseños de estudio más sólidos: En qué puedes confiar más

Por otro lado, algunos estudios son mucho más fiables porque utilizan métodos rigurosos diseñados para demostrar causa y efecto. Si una persona influyente o un experto cita uno de estos tipos de estudios, es más probable que la información sea digna de confianza:

  • Ensayos controlados aleatorios (ECA): Considerados la regla de oro, estos estudios asignan aleatoriamente a los participantes a diferentes grupos y comparan los resultados. Esto ayuda a aislar el efecto de una dieta o suplemento específico, lo que facilita determinar si realmente funciona.
  • Revisiones sistemáticas y metaanálisis: Revisan múltiples estudios sobre un tema concreto, combinando los resultados para obtener una comprensión más completa. Suelen utilizarse para ofrecer una imagen más clara de las pruebas globales.

Ten en cuenta también el tamaño de la muestra. Un estudio fiable debe tener un tamaño de muestra lo suficientemente grande como para que sus conclusiones sean significativas. Si un influencer cita un estudio con sólo un puñado de participantes (por ejemplo, menos de 30 personas), puede ser una señal de alarma. Los estudios pequeños son más propensos a que el azar influya en los resultados, y a menudo no son representativos de la población general.

Si alguien hace referencia a este tipo de estudios, es una buena señal de que la afirmación está respaldada por una ciencia sólida.

5. Investigación revisada por pares: ¿qué significa eso?

La revisión inter pares es una parte esencial del proceso científico. Antes de que un estudio se publique en una revista de prestigio, pasa por una revisión inter pares, en la que otros expertos en la materia evalúan la investigación. Este proceso ayuda a garantizar que los métodos, el análisis y las conclusiones del estudio son sólidos.

Aunque los estudios revisados por pares son más fiables, sigue siendo importante tener en cuenta la calidad del estudio (por ejemplo, el tamaño de la muestra, la metodología) y si ha sido reproducido por otros investigadores.

Bandera roja: Si alguien cita un estudio que no ha sido revisado por pares, por ejemplo podría ser un "pre-print". Comprueba siempre la fuente del estudio para ver si ha pasado por el proceso de revisión por pares.

6. Sé escéptico con respecto a la investigación sobre productos específicos

Cuando alguien vende un producto -especialmente suplementos- puede afirmar que está "respaldado por la ciencia". Pero la mayoría de las veces, el producto en sí no ha sido probado. En su lugar, pueden citar estudios sobre ingredientes concretos y extrapolar los resultados para sugerir que su producto funciona.

Por ejemplo, Jessie Inchauspé, conocida como la "Diosa de la Glucosa", promociona su fórmula antipicos con afirmaciones audaces como "Reduce el pico de glucosa de tus comidas hasta en un 40%" y "Reduce la glucosa en ayunas en 8 mg/dL". Sin embargo, estas afirmaciones no se basan en ensayos clínicos sólidos de la propia fórmula. En su lugar, probablemente se basan en una mezcla de pruebas sobre individuos -similar a un "informe de caso"- combinadas con estudios sobre los ingredientes individuales, que su sitio web afirma que están respaldados por "ensayos clínicos doble ciego de referencia". Esta distinción es importante, ya que estos ensayos sólo se aplican a los ingredientes, no a su producto específico.

Cómo comprobarlo: Comprueba si el producto en sí ha sido probado en ensayos clínicos, no sólo sus ingredientes. Comprueba también si la investigación ha sido financiada por la empresa que vende el producto, lo que puede sesgar la presentación de los resultados.

7. Considera quién financió el estudio

A veces, la investigación está financiada por empresas con intereses creados en los resultados. Por ejemplo, una empresa de suplementos puede financiar un estudio sobre la eficacia de su propio producto. Esto no significa automáticamente que el estudio sea erróneo, pero podría introducir un sesgo en la forma de comunicar o interpretar los resultados. Marion Nestle (que no está asociada a la empresa Nestle) habla extensamente de esto en su libro "Unsavory Truth" y en su sitio web, Food Politics.

Paso fácil: Comprueba la fuente de financiación. Los estudios financiados por empresas que venden el producto o la dieta que se promociona deben tomarse con precaución, ya que puede haber un conflicto de intereses. Esto no significa que el estudio sea inútil sólo porque haya sido financiado por la industria.

8. Conclusiones simplificadas a partir de datos complejos

Muchos estudios científicos son matizados y no tienen conclusiones claras y en blanco y negro. Sin embargo, los influencers pueden simplificar en exceso conclusiones complejas para hacerlas más atractivas. Podrían decir cosas como "Los estudios demuestran que este alimento es malo para ti", cuando la investigación puede mostrar un pequeño efecto en circunstancias específicas. Las conclusiones simplificadas o absolutas pueden ser una señal de alarma de que se está haciendo un mal uso de la investigación.

Paso fácil: Busca palabras como "siempre", "nunca" o "demostrado". La ciencia rara vez trata con absolutos, por lo que estas frases pueden ser un indicador de que el influenciador está simplificando en exceso los hallazgos.

9. ¿El estudio se realizó en una población similar a la tuya?

Algunos estudios se realizan en grupos de personas muy concretos, como atletas, personas con problemas de salud específicos o un determinado sexo o grupo de edad. Si un influencer cita un estudio pero lo aplica a todo el mundo, puede resultar engañoso. Por ejemplo, si un estudio se realizó en atletas de élite, sus conclusiones pueden no aplicarse a la persona media.

De nuevo, podemos fijarnos en el ejemplo de Candi Frazier y su afirmación de que "los cereales causan depresión". Generalizó esta afirmación a todo su público, aunque el estudio sólo encontró una asociación para las personas que padecen un trastorno relacionado con el gluten, y eso seguía siendo sólo una asociación en lugar de identificar una relación causa-efecto.

Paso fácil: Fíjate en la población estudiada. Si los participantes en el estudio son muy diferentes de ti, puede que los resultados no se apliquen a tu situación.

10. ¿Son los resultados demasiado buenos para ser verdad?

Las afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias. Si un influencer hace afirmaciones que parecen demasiado buenas para ser ciertas -como un producto que "disuelve la grasa en días" o una dieta que "cura" enfermedades crónicas-, es posible que la investigación que cita no resista el escrutinio.

Paso fácil: Sé escéptico ante las grandes promesas o las soluciones milagrosas. Si la afirmación parece extrema, merece la pena examinar más detenidamente la investigación que la respalda.