Desmontando el mito de la depresión de los cereales: lo que realmente necesitas saber
Rojo coral: Mayoritariamente Falso
Naranja: Engañoso
Amarillo: Mayoritariamente Verdadero
Verde: Verdadero
En un rollo publicado el 1 de junio de 2024, Candi Frazier, alias theprimalbod dice lo siguiente: "Esos cereales son alimentos de la depresión. Eso es lo que comían los campesinos. Eso es lo que es la gente cuando no había comida alrededor. Además, te deprimen. Has oído hablar del cerebro de cereales. Provoca inflamación en el cerebro. Esos alimentos no son alimentos para nosotros".
Las afirmaciones de Frazier sobre los cereales pueden parecer convincentes, pero merecen un examen más detenido. ¿Sabotean realmente los cereales tu salud mental, o se trata sólo de otro ejemplo de mitos nutricionales simplificados en exceso?
Vamos a desglosarlo.
Los cereales son una parte vital de la dieta humana para la mayoría de la gente, excepto para quienes padecen enfermedades específicas como la celiaquía. Hay una diferencia entre granos refinados y granos integrales, y los granos integrales se asocian sistemáticamente con mejores resultados para la salud. Los cereales integrales tienen un alto contenido en fibra, nutrientes y compuestos beneficiosos.
El estudio sobre el gluten y el estado de ánimo: Lo que realmente dice
La influencer de las redes sociales Candi Frazier, que se hace llamar @theprimalbod en Instagram, afirma que los cereales son "alimentos para la depresión". Según Frazier, consumir cereales puede provocar inflamación cerebral y, en última instancia, depresión.
Para respaldar su afirmación, Frazier muestra un estudio publicado en la revista Nutrients titulado "Trastornos del estado de ánimo y gluten: ¡No todo está en tu mente! Una revisión sistemática con metaanálisis". Utiliza este estudio para generalizar que los cereales son universalmente perjudiciales y pueden causar depresión. Sin embargo, el estudio no respalda esta conclusión general.
La investigación se centra en personas con trastornos relacionados con el gluten, como la Sensibilidad al Gluten No Celíaca (SGNC). Se trata de personas que ya tienen sensibilidad al gluten, una proteína que se encuentra en determinados cereales: trigo, cebada, espelta y centeno. El estudio descubrió que una dieta sin gluten mejoraba el estado de ánimo de las personas con estas afecciones específicas, pero no mostraba ningún efecto significativo en las que no tenían tales sensibilidades.
No generalices los cereales, no todos son iguales
Otro problema de las afirmaciones de Frazier es su condena general de todos los cereales. No todos los cereales son iguales, y agruparlos pasa por alto una distinción crucial: los cereales integrales frente a los refinados.
Los cereales integrales como la quinoa, la avena y el arroz integral están repletos de nutrientes y fibra, que son beneficiosos para todo, desde la salud cardiaca hasta la digestión. En cambio, los cereales refinados, desprovistos de estos nutrientes, no están relacionados con los mismos beneficios para la salud.
Bakovic añade: "Granos es un término generalizado. Hay muchos tipos de cereales y algunos más procesados que otros. Los alimentos integrales como la quinoa, el farro, el arroz negro/rojo/marrón, la avena y el pan integral pueden aportar beneficios para la salud si se consumen con moderación y en porciones adecuadas."
La Controversia del "Cerebro de Grano"
Frazier también añade el concepto de "cerebro de cereales", sugiriendo que los cereales causan inflamación en el cerebro. Esta idea tiene su origen en una hipótesis controvertida que ha sido ampliamente desacreditada en la comunidad científica. Aunque algunos estudios sugieren que el gluten puede causar inflamación en individuos sensibles a él, no existen pruebas sólidas de que los cereales, en general, tengan este efecto en la población en general.
El término "cerebro de grano" promueve una narrativa basada en el miedo que no está respaldada por la mayoría de las investigaciones científicas. Bakovic añade: "La terminología adicional de "cerebro de cereal" también promueve esa relación malsana, y es falsa, ya que se basa en la investigación científica y en prácticas basadas en pruebas. La comida no es el enemigo, y el objetivo final sería tener una relación positiva con la comida y poder comer de forma intuitiva y consciente sin tener pensamientos obsesivos ni asociaciones negativas."
Los cereales: De alimento campesino a alimento básico
Frazier afirma además que "los cereales son lo que comían los campesinos cuando no había comida alrededor", dando a entender que los cereales son nutricionalmente inferiores o un último recurso. Esta afirmación no sólo es históricamente inexacta, sino también engañosa. Los cereales han sido un alimento básico en las dietas de todo el mundo por su valor nutritivo, facilidad de almacenamiento y versatilidad. Están lejos de ser un alimento de último recurso: en muchas culturas, son la base de una dieta equilibrada.
La realidad de los cereales en una dieta equilibrada
Entonces, ¿deberían preocuparte los cereales en tu dieta? Para la mayoría de la gente, la respuesta es un rotundo no.
A menos que padezcas una enfermedad específica, como la celiaquía o la sensibilidad al gluten, los cereales -especialmente los integrales- son una parte valiosa de una dieta equilibrada. Aportan nutrientes esenciales, fibra y energía que favorecen la salud y el bienestar general.
"Los cereales integrales están recomendados por las directrices dietéticas como parte de una dieta sana", nos recuerda Bakovic. "El consumo de cereales integrales es una fuente de hidratos de carbono complejos, que son una fuente de combustible para el cerebro y proporcionan energía para alimentar adecuadamente los músculos y el cuerpo durante la actividad física".
Confía en la ciencia
Las personas influyentes en las redes sociales como Candi Frazier pueden hacer afirmaciones convincentes, sobre todo cuando se presentan con confianza y están respaldadas por citas selectivas. Sus afirmaciones de que los cereales causan depresión e inflamación cerebral pueden sonar convincentes, pero si tenemos en cuenta las pruebas científicas, no son ciertas.
Bakovic aconseja: "Cualquier recomendación o afirmación de personas que no sean profesionales sanitarios o nutricionistas dietistas titulados (RDN) debe tomarse con cautela. Hay mucha información nutricional engañosa y confusa disponible en Internet y en las redes sociales, lo que dificulta que el público en general difunda lo que es cierto y relevante y lo que no lo es."
Al final, un enfoque equilibrado y basado en pruebas de la nutrición es tu mejor apuesta para la salud y el bienestar a largo plazo. Los cereales, sobre todo los integrales, pueden y deben formar parte de ese enfoque para la mayoría de las personas.
"Aunque el estudio era una revisión sistemática (pruebas sólidas que combinan varios ensayos clínicos), no se encontró ninguna asociación para los trastornos del estado de ánimo en individuos que no tienen ya una alergia o intolerancia al gluten. Afirmar que el gluten o los cereales son un alimento depresivo sería inapropiado, y sin duda para la mayoría de la población que puede tolerar sin problemas los cereales y otros productos con gluten."
Fuentes
Aune, D. et al. (2016). Consumo de cereales integrales y riesgo de enfermedad cardiovascular, cáncer y mortalidad por todas las causas y por causas específicas: revisión sistemática y metaanálisis dosis-respuesta de estudios prospectivos. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/27301975/
Khan, J. et al. (2022). Visión general de la composición de los ácidos fenólicos y la fibra dietética de los cereales integrales y su efecto en las enfermedades crónicas no transmisibles. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/35270737/
Tosh, S.M. y Bordenave, M. (2020). Ciencia emergente sobre los beneficios de la avena y la cebada integrales y sus fibras dietéticas solubles para la salud cardiaca, la respuesta glucémica y la microbiota intestinal. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32728756/
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