No, la miel no es insana porque eleva el azúcar en sangre, pero ¿por qué esta influencer dice lo contrario?
Rojo coral: Mayoritariamente Falso
Naranja: Engañoso
Amarillo: Mayoritariamente Verdadero
Verde: Verdadero
El 22 de enero, Jessie Inchauspé, alias la "Diosa de la Glucosa" publicó un vídeo de Instagram comparando medio arándano con una cucharadita de miel, y la forma en que afectan a tu salud. Dijo: "La miel es azúcar, contiene mucho, mucho azúcar, elevará tus niveles de glucosa", seguido de "Los beneficios para la salud no compensan todo el azúcar que contiene y el impacto de ese azúcar en tu salud". Aportamos una muy necesaria comprobación de la realidad a estas afirmaciones, porque francamente, ¿quién se come medio arándano o una cucharadita de miel solo?
Las comparaciones entre la miel y los arándanos son demasiado simplistas. Presentan una falsa equivalencia y tienen poco significado para tu salud.
Esta afirmación es un ejemplo de alarmismo en estado puro. Los mensajes de este tipo a menudo eliminan el contexto para ajustarse a una narrativa, posicionando el programa o producto de la persona influyente como la solución definitiva.
Ten cuidado con las afirmaciones demasiado simplistas en Internet, especialmente las que se centran exclusivamente en tu respuesta glucémica a un alimento para determinar su impacto sobre la salud. Estas afirmaciones suelen pasar por alto el contexto más amplio de cómo ese alimento puede contribuir a una dieta sana.
Puede que los arándanos contengan más antioxidantes, pero no es la única medida que importa.
Es cierto que el contenido en antioxidantes de los arándanos suele ser mucho mayor que el de la miel, según la Base de Datos de Alimentos Antioxidantes. Sin embargo, incluso esto puede variar mucho, según la variedad de arándano y la variedad de miel. Aunque es probable que Jessie esté haciendo una comparación general para demostrar que la cantidad de antioxidantes de la miel puede encontrarse en otros lugares por menos azúcar, sus afirmaciones posteriores sobre los efectos en la salud son engañosas. El azúcar y los antioxidantes son sólo dos factores de una compleja matriz alimentaria que existe en la miel y en tu patrón dietético general.
Sí, el azúcar eleva tu glucosa en sangre, pero esto no significa que la miel sea mala para ti.
"La miel contiene glucosa y fructosa: ambas tienen efectos sobre tu salud". escribe Jessie en su pie de foto.
Una dieta rica en azúcares simples puede aumentar la ingesta calórica por encima de las necesidades y se asocia a resultados negativos para la salud, como una mala salud cardiovascular. Como en la mayoría de los posts de Jessie, afirma que porque un alimento sea rico en azúcar, eleva el azúcar en sangre y, por tanto, no es saludable. Sin embargo, una cucharadita de miel, vertida sobre un tazón de gachas de avena, untada en tu tostada o acompañada de yogur griego, ¿causará estos males? No, y aquí es donde la afirmación de Jessie es errónea.
La miel pura puede tener beneficios para la salud que no pueden comprenderse examinando únicamente el pico de azúcar en sangre. Por ejemplo, la miel contiene trazas de compuestos bioactivos con posibles efectos antimicrobianos y antiinflamatorios, dependiendo de la fuente. Jessie tampoco cita ninguna investigación que demuestre que la miel está asociada a malos resultados para la salud y no reconoce los estudios que demuestran que puede tener beneficios para la salud.
La miel puede conferir algunos efectos pequeños pero beneficiosos para tu salud. Un metaanálisis de 18 ensayos controlados con 1105 participantes sugiere que la miel podría mejorar el control glucémico y los niveles de lípidos. Sin embargo, es importante señalar que la certeza de las pruebas es baja, y los efectos sobre la glucosa en ayunas y el colesterol total variaron según la fuente floral y el procesamiento de la miel. Los metaanálisis de este tipo son fuentes de datos más fiables que las mediciones de los picos de glucosa de un individuo, cuyos antecedentes sanitarios se desconocen por completo.
Es probable que la miel tenga diversos efectos sobre tus niveles de glucosa en sangre.
El gráfico del post de Jessie se basa en la respuesta del azúcar en sangre de una persona a la miel, probablemente registrada mediante un monitor continuo de glucosa (MCG). Muestra que una cucharadita de miel provoca un pico de azúcar en sangre, que luego vuelve a situarse dentro del intervalo normal. Es importante señalar que no se dan citas para este gráfico ilustrado y que, en realidad, hay variaciones entre el tipo de miel consumida, con algunas variedades consideradas de IG bajo en comparación con la glucosa.
Aun así, este gráfico puede tener poco significado para tu propia salud. Las investigaciones demuestran que los picos de azúcar en sangre, medidos con los MCG, pueden variar mucho en la misma persona en respuesta al consumo de la misma comida en momentos diferentes. Por tanto, el único dato que Jessie comparte tiene un significado limitado para tu propia salud. Otro estudio demostró que es muy poco probable que los MCG puedan decirte qué alimentos son "buenos" o "malos" para ti basándose en la respuesta de la glucosa a ese alimento.
Además, existen pruebas limitadas del impacto negativo de los picos de glucosa que vuelven a situarse dentro del intervalo normal sobre la salud a largo plazo.
Una distinción importante aquí es la de las personas con prediabetes o diabetes, en las que el control de la glucemia es importante y debe vigilarse con el apoyo de un equipo sanitario.
¡Necesitamos contexto, Jessie!
Contexto, contexto, contexto.
Jessie compara una cucharadita de miel con medio arándano, centrándose en el contenido de azúcar y antioxidantes, y en el impacto sobre los picos de azúcar en sangre. Sin embargo, la miel rara vez se consume sola, y a menudo se añade a las comidas. Por tanto, es probable que el impacto sobre los picos de glucosa en sangre (que, de todos modos, puede tener poco impacto para las personas sin diabetes) sea distinto del que ella comparte en su post. Es necesario reintroducir aquí el contexto de varias maneras:
- Centrarse en pautas alimentarias realistas
Mensajes como éste sacan por completo ingredientes o alimentos concretos del contexto de cómo se consumen realmente, y más en general de la dieta de una persona.
Jessie puntualiza: "Así que, para mí, la miel está en la categoría de comerla por placer si te encanta, pero sus beneficios para la salud no compensan todo el azúcar que contiene y el impacto de ese azúcar en tu salud. "
Medio arándano es también una ración improbable para cualquiera. Los arándanos se consumen como tentempié o en cantidades más grandes (por ejemplo, un puñado), donde sus beneficios antioxidantes son acumulativos, y contienen más azúcar, lo cual, no nos cansaremos de repetirlo, ¡no es intrínsecamente malo para ti!
Este post es otro ejemplo de falsa equivalencia, en la que dos alimentos se presentan juntos de forma que parezcan equivalentes, cuando en realidad no pueden compararse de forma significativa. Comparar el impacto nutricional de una cucharadita de miel con la mitad de un arándano no se ajusta a los patrones de uso del mundo real y crea un marco poco realista de sus funciones en una dieta. Este tipo de información puede ser un contenido atractivo para las redes sociales, pero no ayuda al consumidor a comprender mejor la nutrición.
- Una cucharadita de miel no es sólo una cucharadita de azúcar
"El azúcar es azúcar", escribe Jessie en su post, lo que suelen decir quienes afirman que todo el azúcar es insano, independientemente de la fuente dietética. Y aunque un exceso de azúcar, en el contexto de una dieta poco saludable, puede repercutir negativamente en la salud, el argumento puede ser engañoso sin un contexto añadido.
Por ejemplo, una revisión informa de que distintas fuentes de azúcares alimentarios pueden influir de forma diferente en el control glucémico, la tensión arterial, la inflamación y el apetito agudo. Concretamente, descubrieron que, en comparación con las bebidas azucaradas, la miel reducía los niveles de glucosa en ayunas.
El Dr. Idz comentó exactamente esta cuestión, en una entrevista concedida a BBC Radio London, en la que explica que en lo que tenemos que centrarnos es en lo que se añade al azúcar. ¿Con qué más se añade?
El azúcar es la misma molécula, pero la cuestión es de qué "paquete" se trata. [...] Aunque es importante educar a la gente sobre los efectos a largo plazo del consumo excesivo de azúcar, el azúcar no es "el demonio"; el problema es el exceso de azúcar, no el azúcar que existe de forma natural en los alimentos.
Esta perspectiva pone de relieve la necesidad de formular las preguntas adecuadas cuando navegamos por la información nutricional en línea. Cuando nos centramos en procesos biológicos como los picos de azúcar en sangre, sin tener en cuenta el contexto más amplio en el que afectan a la salud humana, acabamos con afirmaciones sensacionalistas como las del Dr. Gundry, que en una ocasión afirmó que si das uvas a tu hijo, también podrías darle una barrita de chocolate Hershey's en su lugar, porque ambas contienen azúcar. Comentarios como éste contribuyen poco a mejorar nuestra comprensión de la nutrición; crean alarmismo y pueden contribuir a una relación negativa y perjudicial con los alimentos.
Como experto médico, veo de primera mano la confusión causada por comparaciones demasiado simplificadas como "uvas frente a chocolatinas". Aunque es cierto que el contenido de azúcar importa, la nutrición es algo más que macronutrientes aislados. Las uvas, por ejemplo, aportan antioxidantes, fibra e hidratación, beneficios ausentes en los caramelos procesados.
Las afirmaciones alarmistas pueden distorsionar la comprensión del público, haciendo más hincapié en el miedo que en los hechos y contribuyendo a unas relaciones poco saludables con los alimentos.Cuando se trate de información nutricional en línea, recomiendo un planteamiento en tres pasos: verificar la credibilidad de la fuente, evaluar el perfil nutricional más amplio de los alimentos y consultar a los profesionales para obtener un asesoramiento matizado. Las afirmaciones engañosas, cuando se amplifican, socavan la confianza en la ciencia y dificultan que las personas tomen decisiones informadas sobre su salud.
Cómo abordar la desinformación nutricional en las redes sociales
Para comprender plenamente el impacto de las publicaciones engañosas en las redes sociales sobre temas de nutrición, lo que tenemos que preguntarnos es: ¿en qué cuestiones nos hacen centrarnos estas publicaciones? Y quizás lo más importante, ¿qué omiten? Para un análisis detallado del impacto a largo plazo de publicaciones similares en nuestro razonamiento general sobre nutrición y en nuestra relación con la comida, puedes leer nuestra otra comprobación de hechos de una afirmación que comparaba los batidos con 19 donuts aquí. De hecho, el ejemplo presentado en este artículo no es aislado, sino que forma parte de una tendencia más amplia en las redes sociales. La exposición repetida a contenidos similares es lo que puede acabar afectando a nuestra forma de enfocar la alimentación y la nutrición.
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Nos hemos puesto en contacto con Jessie Inchauspé y estamos esperando una respuesta.
Descargo de responsabilidad
La información que aquí se facilita es sólo para fines informativos generales, y no debe considerarse asesoramiento médico. Si padeces diabetes de tipo 1 o de tipo 2, o cualquier otra enfermedad que requiera un control cuidadoso de la glucemia, consulta a tu profesional sanitario para obtener una orientación personalizada y adaptada a tus necesidades específicas.
📚 Fuentes
Deibert, P. et al. (2009). Propiedades glucémicas e insulinémicas de algunas variedades de miel alemana. https://www.nature.com/articles/ejcn2009103
Hengist, A. y otros (2025). "¿Nutrición imprecisa? Variabilidad intraindividual de las respuestas de la glucosa a comidas presentadas por duplicado en adultos sin diabetes ". https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0002916524008141
Wolever, T. MS. (2025). "Nutrición personalizada mediante la predicción de respuestas glucémicas: basura dentro → basura fuera ". https://ajcn.nutrition.org/article/S0002-9165(24)00874-8/fulltext
Carlsen, MH. et al. (2010). La tabla de alimentos antioxidantes. https://retinafoundation.org/wp-content/uploads/2016/02/Antioxidants-in-Foods.pdf
Ahmed, A. (2023). "Efecto de la miel sobre los factores de riesgo cardiometabólico: revisión sistemática y metaanálisis ". https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/36379223/
González, J.T. (2024). "¿Son todos los azúcares iguales? Papel de la fuente alimentaria en las respuestas fisiológicas a los azúcares, con énfasis en la fruta y el zumo de fruta " https://link.springer.com/article/10.1007/s00394-024-03365-3#:~:text=The%20type%20and%20amount%20of,sources%20compared%20within%20this%20review.
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