Comprender las tarjetas de aceite de semillas: los riesgos de etiquetar mal las alergias
Rojo coral: Mayoritariamente Falso
Naranja: Engañoso
Amarillo: Mayoritariamente Verdadero
Verde: Verdadero
Los aceites de semillas se han convertido en un tema polémico en las redes sociales. Aunque este artículo no se adentrará en todos los detalles del debate (para ello, consulta nuestra comprobación completa de las afirmaciones populares sobre el aceite de semillas ), su objetivo es llamar la atención sobre el lenguaje utilizado en estas afirmaciones y su impacto en la forma en que razonamos sobre la nutrición. En concreto, examinaremos una nueva tendencia: las tarjetas de aceite de semillas.
¿Qué son las tarjetas de aceite de semillas?
En las redes sociales, el mensaje sobre los aceites de semillas suele ser sencillo: ¡evítalos! Para ayudar a quienes quieren mantenerse alejados de los aceites de semillas cuando comen fuera de casa, algunos influencers de la salud (por ejemplo Ben Azadi o el Dr. Pompa) han empezado a promocionar o incluso a vender"Tarjetas de aceites de semillas". Estas tarjetas sugieren evitar ciertos aceites vegetales presentándolos como una "alergia", explotando el miedo y ofreciendo una ilusión de control sobre la propia salud. Esto refleja una tendencia más amplia en el discurso online sobre nutrición, en el que los alimentos se etiquetan como "tóxicos" o "superalimentos". Cuando tratamos la nutrición en términos tan blancos y negros, adoptamos una visión excesivamente simplificada y a menudo inexacta de los alimentos. Aunque algunos lo consideren un pequeño precio a pagar para evitar los alimentos "tóxicos" que se comercializan con fines lucrativos sin tener en cuenta nuestra salud, el mensaje es más perjudicial de lo que parece.
¿Alergia? ¿Intolerancia? ¿Cuál es la diferencia y qué importancia tiene?
En el fondo de esta tendencia hay un malentendido de las alergias y del concepto de toxicidad.
Las alergias pueden confundirse con intolerancias o sensibilidades alimentarias. Esta confusión se agrava cuando se alegan alergias para evitar productos de los que no se tiene confianza. Sin embargo, las alergias y las intolerancias implican mecanismos corporales diferentes. Las alergias desencadenan una reacción del sistema inmunitario. Por ejemplo, cuando una persona alérgica a los cacahuetes los consume, su sistema inmunitario reacciona de forma exagerada, pudiendo provocar síntomas potencialmente mortales. Aunque los cacahuetes en sí no son intrínsecamente peligrosos, suponen una amenaza real para las personas alérgicas a ellos. Para estas personas, es fundamental evitarlos estrictamente, porque incluso un rastro del alérgeno puede desencadenar una reacción grave.
Por el contrario, las intolerancias alimentarias afectan al aparato digestivo y suelen provocar molestias más que reacciones potencialmente mortales. Confundirlas puede acabar trivializando la gravedad de las alergias.
En las redes sociales, este primer tipo de reacción inmunitaria a menudo se equipara con afirmaciones de que ciertos alimentos son inherentemente "tóxicos" y deben evitarse por completo, de forma muy parecida a los alérgenos para los alérgicos. Este concepto de que un alimento o sustancia es intrínsecamente peligroso es importante. Como se refuerza repetidamente en las redes sociales, es probable que influya en nuestra forma de pensar sobre la nutrición. Sin embargo, este enfoque fomenta un malentendido crítico de la nutrición, que consiste fundamentalmente en el equilibrio. Las directrices nutricionales no suelen decir: "Nunca comas esto o tendrás cáncer". En cambio, aconsejan moderar la ingesta de ciertos alimentos y aumentar la de otros para obtener beneficios para la salud a largo plazo.
Este mensaje también ignora un concepto clave en toxicología: "la dosis hace el veneno". Casi todo puede ser perjudicial en cantidades excesivas, incluso el agua. En el caso de los aceites de semillas, las pruebas científicas no respaldan la afirmación de que sean intrínsecamente peligrosos en cantidades dietéticas típicas. Demonizar estos aceites como tóxicos sólo fomenta un miedo innecesario.
Consecuencias reales del uso incorrecto de las alegaciones de alergia
Tomemos un escenario del mundo real para ilustrar por qué importan estas distinciones. Imagina que presentas una tarjeta de "alergia" a los aceites de semillas en un restaurante. Si una persona declara falsamente una alergia a los aceites de semillas y se produce un error, no hay riesgos inmediatos para la salud, y ese error podría pasar fácilmente desapercibido. Sin embargo, si alguien con una alergia al cacahuete potencialmente mortal se encuentra con una contaminación cruzada, las consecuencias podrían ser nefastas, ya que el organismo detectará ese error y reaccionará en consecuencia.
Cuando las personas hacen un mal uso de las tarjetas de alergia, que pueden facilitar enormemente la comunicación entre el alérgico y el personal de cocina, puede contribuir a una cultura en la que las alergias u otras afecciones como la enfermedad celíaca (que también afecta al sistema inmunitario) no se tomen en serio. El profesor Adam Fox, destacado experto en alergia pediátrica, califica esta tendencia de frustrante, y señala que "secuestrar las alergias por preferencias dietéticas entraña el riesgo de que los restaurantes dejen de tomarse en serio todas esas peticiones."
Como madre de un niño con varias alergias alimentarias graves, sé lo estresante que puede ser comer fuera. Quienes no viven con alergias pueden suponer que, en general, cualquiera que trabaje en el sector alimentario conoce bien esta afección, pero no siempre es así. A menudo, no se debe a la ignorancia, sino a la falta de concienciación sobre la gravedad de las alergias, en particular sobre el riesgo que supone la contaminación cruzada. Fomentar el uso incorrecto de las tarjetas de alergia no hace sino socavar los esfuerzos en curso para concienciar y promover una mejor educación en torno a estas cuestiones.
El Problema del Pensamiento "Comida Tóxica
La idea de que los aceites de semillas son inherentemente "tóxicos" alimenta una narrativa más amplia de alarmismo alimentario. En esta narrativa, se demonizan ciertos alimentos sin un respaldo científico sólido, lo que conduce a restricciones dietéticas innecesarias.
Se puede presentar un mecanismo científico para apoyar tales afirmaciones, que puede sonar bastante convincente (consulta este artículo para obtener más información sobre cómo funciona esto). Pero el proceso científico también exige pruebas de daños reales en humanos y que se comprueben las hipótesis. Y en lo que respecta a los aceites de semillas, las pruebas sencillamente no existen.
En lugar de fomentar la moderación y las elecciones informadas, este enfoque promueve la evitación y la ansiedad en torno a la comida. Un pensamiento tan extremo no sólo es inútil, sino que también puede alimentar los desórdenes alimentarios al infundir miedos irracionales hacia los alimentos cotidianos.
Conclusión
La nutrición es compleja y no puede reducirse a etiquetas simplistas. Animar a la gente a evitar alimentos alegando falsamente una alergia difunde información errónea y menoscaba la gravedad de las alergias reales. Es importante distinguir entre preferencias dietéticas personales y restricciones médicamente necesarias. Evitar los aceites de semillas es una elección personal, pero afirmar falsamente que se es alérgico es algo totalmente distinto. En lugar de sembrar el miedo, deberíamos centrarnos en la educación y en una comprensión equilibrada y basada en la ciencia de los alimentos. Esto permitirá a las personas tomar decisiones informadas y razonables sobre lo que comen, sin alarmas ni confusiones innecesarias.
Descargo de responsabilidad: Las opiniones expresadas en este artículo se basan en la interpretación que el autor hace de la información disponible y sólo tienen fines educativos e informativos. Este artículo no constituye un consejo u orientación médica profesional. Consulta siempre a un profesional sanitario cualificado o a un experto en nutrición antes de hacer cambios en tu dieta o en tu rutina de salud, sobre todo si tienes alergias o trastornos médicos.
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